Los principios activos hidratantes y nutritivos deben cumplir con una serie de funciones como pueden ser la de retener el agua en la piel, calmar la irritación cuando se entra y sale de espacios calefaccionados, aportar nutrición y tersura o crear una barrera hacia el exterior, sin olvidar una alimentación equilibrada y un mayor aporte de agua en la dieta.
Los activos nos ayudan a mantener dentro de la normalidad los niveles hídricos para preservar la elasticidad y garantizar la función barrera de nuestra piel. De este modo, se evitarán la tirantez, la aparición prematura de arrugas y lineas de expresión, la piel áspera y apagada y, también, trastornos cutáneos.
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